HNO. FELIX
Nuestro querido Félix nace en Pozazal, bonita población enclavada en la montaña de Cantabria (España) y pasa su niñez en San Cristóbal de Boedo, un pueblito de la provincia de Palencia. Su padre Máximo trabajaba en la línea ferroviaria Santander-Palencia mientras su madre Balbina lidiaba con los quehaceres de la casa y con el cuidado de sus 7 hijos, entre los cuales Félix que era el benjamín. En 1961 ingresa en el Seminario menor de Carrión, Provincia de Palencia. Tiene apenas 11 años y quiere ser marista como su tío Epifanio. Allí pasa su adolescencia y en 1967 continúa su formación en Pontós. Luego de 3 años en este pintoresco pueblito de la provincia de Gerona, hace su primera profesión en julio de 1969. Un mes después lo tenemos en Argentina continuando su proceso formativo en Luján y en Buenos Aires donde se recibe de Maestro Normal Nacional. En 1975 emite sus votos perpetuos en Pergamino. Posteriormente seguirá perfeccionándose y se recibirá de Profesor de Historia y Geografía en el Consudec.
Excelente hermano y compañero incondicional en la vida comunitaria, reflexivo, responsable y metódico, luego de unos pocos años de actividad como docente, lo vemos asumir cargos de responsabilidad en los Colegios y animar como Superior la vida de las comunidades. Tras su paso por Pergamino, será destinado al Colegio Macnab Bernal. Allí pasará un largo período lo que le permitirá establecer vínculos de afecto y amistad y encariñarse particularmente con esta obra marista y con la buena gente del populoso barrio de Villa Lugano. Luego de pasar tres años en Cinco Saltos (Río Negro) es destinado nuevamente al Macnab y finalmente al Colegio Manuel Belgrano donde prestará su servicio como Superior de Comunidad y Director de Primaria hasta los últimos días de su vida.
Allí donde le tocó actuar, el Hno. Félix, además de cuidar la formación académica, ponía mucho empeño en todo lo relacionado con la Pastoral tanto de padres como de alumnos tratando de que éstos recibieran una excelente formación religiosa a través, sobre todo, de la catequesis y poniendo los medios para acompañar también a los papás en la preparación a la recepción de los sacramentos de sus hijos. En ese sentido el testimonio de una familia del Colegio Manuel Belgrano es por demás elocuente: “Para quienes tuvimos la oportunidad de compartir con él momentos de alegría, de aprendizaje en familia, de acompañamiento a nuestros hijos al recibir los Sacramentos, de su presencia infaltable todos los días, estamos seguros de que su paso por este mundo deja en todos nosotros muestras de ejemplo, de coherencia y sabiduría. Al mismo tiempo estamos tranquilos porque sabemos que ya goza de la paz y del descanso que tanto merecía”.
Otro ámbito en el que el Hno. Félix se volcó de cuerpo entero fue el acompañamiento del Movimiento Champagnat de la Familia Marista ya sea como Asesor de Fraternidades ya como Asesor del Equipo Coordinador del Movimiento a nivel de la Argentina junto con el Hno. Eugenio Magdaleno. Además de las reuniones periódicas del Equipo a lo largo del año, ponía todo el empeño posible por preparar y llevar adelante cada año el Encuentro Nacional del que participaban también algunas Fraternidades de Chile. Su fuerte vivencia de la espiritualidad y del carisma marista se ponía claramente de manifiesto a través de gestos y actitudes impregnados de sencillez, cercanía, afecto y oración profunda.
El sábado 21 de marzo entregó con mucha paz su hermosa alma al Señor. Se fue tal como había vivido -es decir con discreción y sin ruido- un día sábado, el día de María a quien tanto amó y enseñó a amar. Ella le habrá abierto junto a Jesús las puertas del Paraíso.
Félix: toda la comunidad educativa de tu Macnab te extraña, te admira y te agradece.